Cocó Cianciarulo viene de ganar 19 torneos en pocos meses y es la campeona argentina en M14, M16 y M18, además de ser 2° en Open (profesionales).
Hace unos años, cuando se dedicaba más al skate, era la joya de la cantera argentina en ese deporte. Y ahora, que pasó de una tabla sobre ruedas a otra que se desliza sobre el agua, es la gran promesa del surf argentino. En realidad, Cocó Cianciarulo ya es una realidad.
En los últimos meses, la hija del músico Sr Flavio, de 14 años, compitió en cuatro categorías, en Menores de 14, Menores de 16, Menores de 18 y Open, y ganó 19 fechas, siendo campeona en las tres primeras (en dos dando ventaja de edad) y siendo la subcampeona entre las profesionales, todas mucho más grande y de mayor experiencia.
Ha sido una irrupción explosiva la de esta chica que, por semejantes resultados y potencial, fue contratada por el Team Roxy Argentina, la versión femenina de Quiksilver. “Todo viene pasando muy rápido y lo estoy disfrutando mucho. Con responsabilidad y trabajo, pero siempre pensando en pasarla bien en el agua, más allá de las presiones y la competencia”, dice Cocó, que tiene dos entrenadores (el histórico Martín Passeri y Rubén Muñiz), un PF (Sergio Magnani) y hasta un coach de natación (Paul Ursino).
“Cocó es una persona que se toma el deporte como muchos se lo deberían tomar, un poco como un juego y otro poco con la seriedad que también se necesita a este nivel. Además, ella tiene muchas condiciones, algunas que vienen de la práctica de deporte de tabla, como una visión y facilidad de ejecución que pocas tienen, y otras de su personalidad, como lo que practica y pone en práctica”, explica Passeri, surfista que abrió la puerta del profesionalismo en Argentina y ahora, además de seguir compitiendo a los 43, es coach de los mejores prospectos.
Cocó, flamante contratación del Team Roxy, se queda con todas las copas.
“En realidad no tengo secretos. Es sólo el amor al mar, la dedicación, el saber agradecer y el tener pasión y una muy buena familia”, explica ella. La palabra familia llega naturalmente cuando se habla de los Cianciarulo, que tienen dos líderes complementarios como mamá Jenny y papá Flavio.
“Esa es otra gran virtud de Cocó, ese círculo virtuoso en el que conviven, donde tienen las cosas muy claras y hay un hermoso apoyo. Esa es la llave maestra de esta combinación”, asegura Passeri.
Flavio, el famoso bajista de los Cadillacs, es fana de los deportes de tabla, del skate y el surf en especial. Y la mudanza a Chapadmalal tiene mucho que ver con disfrutar del mar. Lo hacen en familia, incluso con Astor (nuevo talento de la música argentina) y Jaco. Los cuatro van al agua mientras mamá mirá de la playa. Ella, ahora, viajará a Brasil para entrenarse un mes con Rubén Muñiz, el padre de Santiago (el mejor surfista argentino), quien tiene una escuela de surf en Bombinhas (Brasil) y siempre ha estado cerca de Cocó. “El también es indispensable”, dice ella, quien va a disputar los torneos del calendario latinoamericano (ALAS) e incluso en competencias del circuito mundial (Qualyfing Series). La frutilla del postre, para Cocó, será el Mundial Junior en California. “Ya estoy entrenando con la Selección y ansiosa por representar al país”, admite.
Sr Flavio, Cocó, el bosque, guitarras y tablas. Los Cianciarulo aman la música y el deporte.
Cocó, por herencia de su padre, es fana de la música y, como sus hermanos, tiene la habilidad de unir pasiones. Por eso se despide recomendando una canción. “Escuchen ‘la cura de todo es ir a surfar”, del grupo Visión’. Resume todo, lo que significa el surf para mí. Y para todos los que lo practicamos”, asegura ella.